El Club Allard, calle de Ferraz nº2.
En España tenemos una colección
de “Estrellas Michelin” que son la envidia del mundo. Cocineros como Ferrán Adrià,
David Muñoz o la familia Roca han hecho que nuestra gastronomía sea la envidia
de todos y un orgasmo para muchos. Tenemos estrellas en todas las comunidades
autónomas con un total de 169, pero un restaurante ha hecho que sus estrellas
fueran muy especiales. Un restaurante que si no sabes que existe, pasas de
largo.
Escondido dentro de un edificio
centenario en la plaza de España de Madrid puedes disfrutar de una de las
mejores cocinas del momento. Fue Diego Guerrero quien lo dio a conocer
consiguiendo dos estrellas, pero Maria Marte hizo que estallara manteniendo
esas dos estrellas después de cambiar de capitán.
El Club Allard @ C/ de Ferraz nº2, Madrid.
"El Club Allard"
situado en la calle de Ferraz numero 2, hace que la experiencia de disfrutar
las estrellas sea de lo más especial. Un restaurante que se toma muy enserio la
satisfacción de sus comensales y se aseguran de que nadie salga indiferente.
Nuestra llegada al restaurante
como siempre fue temprana ya que de esta manera podemos disfrutar cuanto más
queramos de nuestra experiencia.
El Club Allard @ C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La mesa era ideal, en una esquina
donde poder observar a todos los visitantes y así disfrutar de las caras que
cada uno de ellos ponían al catar los platos que les acercaban desde la cocina.
Para empezar nos ofrecieron una
copa de cava mientras decidíamos el menú que íbamos a disfrutar. Hay tres
opciones.
Detalle del manú @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La primera es el “Encuentro” con
el que ofrecen 3 snacks, 2 entradas, 1 pescado, 1 carne, 1 prepostre, 1 postre
y “petit fours” por 86€.
La segunda es “Seducción” que
tiene una entrada y un postre más por 98€
Y la tercera que fue nuestra elección
que era la “Revolución”, 4 snacks, 4 entradas, 1 pescado, 1 carne, 1 prepostre,
2 postres y “petit fours”.
Cuando te sientas a la mesa
aprecias una tarjeta de visita del “Club Allard” justo en frente de tu campo de
visión, en un mini atril de metacrilato.
La verdad que crees que es una tarjeta
para llevarte a casa y recordar que un día estuviste ahí. Pero la cosa cambia
cuando el camarero llega con una pequeña muestra de lo que se avecina, una
crema de mayonesa, nada parece especial de momento hasta que el camarero nos
comenta que el utensilio para comer este snack, es la tarjeta en cuestión.
La
tarjeta en si no tenía sabor alguno, pero la crema era suave y ligera.
Divertido y curioso.
"Targeta comestible y Crema de Mayonesa" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
El primer “snack” no pudo ser más
fresco, “Anguila Ahumada con Rocoto y Cocoblanco”, una combinación de sabores
excelentes pero con el fallo de esperar que picase un poco ya que uno de los
elementos principales era el “Rocoto”, pimiento picante por excelencia pero que
en este caso no picaba lo suficiente para dar honor a su nombre.
“Anguila Ahumada con Rocoto y Cocoblanco” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
El segundo fue un “Chupito de Pez
Mantequilla y Esparrago Blanco”, a la vista una mini cerveza servida con una
tostadita con cosas redondas, al paladar un elixir de sabores exóticos mezclando
tierra y mar cuidadosamente, la tostadita con huevas está hecha de algas,
brutal.
"Chupito de Pez Mantequilla y Esparrago Blanco" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
El tercero unas “Palomitas de Mar
y Migas de Quinoa”, un plato muy curioso y elegante, la quinoa cocinada al
punto y muy bien combinada con el erizo de mar para que los sabores se mezclen
a libre albedrio.
"Palomitas de Mar y Migas de Quinoa" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
El cuarto y último snack,
“Cupcake de Trufa y Huevo”, nuestro favorito, el camarero nos recomendó comerlo
del tirón sin pensarlo y eso hicimos. Madre del amor hermoso… el crujiente de
la base del "cupcake", el huevo de codorniz, la trufa y la crema de
espinacas hicieron que nuestros ojos se cerraran durante unos instantes y…
tuviéramos nuestro primer orgasmo de la velada.
"Cupcake de Trufa y Huevo" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Empezando con las entradas,
“Chicharro Amarillo a Baja Temperatura, Mandarina y Granizado de Lima Kaffir”,
un plato curioso, elegante, divertido y sabroso. Parte de la decoración está
hecha con las espinas del pescado que le dan un toque diferente al sabor del
pescado.
“Chicharro Amarillo a Baja Temperatura, Mandarina y Granizado de Lima Kaffir” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La estrella de las entradas…
“Arroz del Mar”, un plato curioso y más que divertido, el arroz no es arroz y
las conchas no son conchas. No es por ir de listo ni de entendido, pero solo
probarlo encontré el gazapo del plato… el supuesto grano de arroz está hecho de
calamar cortado fino y a la altura de un grano. Y el elemento del arroz son las
conchas verdes que apreciáis en la foto. Un plato sabroso y con aires de arroz
a banda de campeonato. Nuestro diez a este plato y agradecimientos por el segundo orgasmo.
"Arroz del Mar" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La tercera entrada "Pato a la Brasa con Maíz" nos dejó a
medias, un bocado nos daba estrellas y otro nos dejaba pensando en el “Arroz
del Mar”. Una presentación de lo más original gracias al plato en el que se
presentaba. Un volcán coronado por un trozo de pato a la brasa marinado con una
reducción y una mini mazorca de maíz que aún no sé cómo estaba hecha. El plato desprendía fuego.
"Pato a la Brasa con Maíz" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La cuarta y última entrada me hizo
revivir esos sabores que están almacenados en tu interior y que sabes que son
de la infancia pero no de una fecha exacta. Una “Sopa de Cebolla”. Lo primero
de todo antes de hablar de la comida, me gustaría decir que me enamoré del
plato en cuestión. No el plato de sopa, sino el plato de mármol que reinaba la
mesa para presentar el manjar. Dicho esto regresemos a la sopa, excelente,
fina, suave, justa de sabor, pero reanimada con las galletas de jengibre y la
bola de queso brie que hacían la experiencia mucho más que satisfactoria.
Hay
que puntuar que el camarero nos vaciló al presentar el plato ya que hizo como
que ya estábamos en los postres. La verdad que sin el caldo parece un helado
con galletitas, nos la coló.
"Sopa de Cebolla" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
El pescado, “Rodaballo al Horno
con Arbequina Ahumada y Mini Verduras de Temporada”. Cocinado excelentemente
para saborear el pescado al máximo. Una cremita de algas acompaña dicho manjar.
Olé, olé y olé.
“Rodaballo al Horno
con Arbequina Ahumada y Mini Verduras de Temporada” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La carne, “Solomillo Inglés con
Espuma de Pimientos y Colmenillas”. Siendo amante de la carne como soy, me sabe
mal comentar que posiblemente fue el plato que menos nos enamoró el paladar,
pero que aun así estaba estupendo. No tuvo el efecto “guau” que tuvieron los
demás. Puntuar solo que visualmente para mí es uno de los mejores.
“Solomillo Inglés con
Espuma de Pimientos y Colmenillas” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Y nos tomamos un “break” con el
“prepostre” que acojona con la presentación. Una joya con el servicio digno de
tal elemento, “Flor de Hibiscus con Pisco Sour”.
Para los amantes del “Pisco Sour” esto es el Santo Grial. Una bomba de sabor y elegancia resumida en una foto. Nuestro dulce favorito hasta el día de hoy.
“Flor de Hibiscus con Pisco Sour” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Para los amantes del “Pisco Sour” esto es el Santo Grial. Una bomba de sabor y elegancia resumida en una foto. Nuestro dulce favorito hasta el día de hoy.
“Flor de Hibiscus con Pisco Sour” @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Los postres ya fueron de más, ya
que con todo lo comido era suficiente para seguir soñando una buena temporada,
pero ya puestos…
“Pétalos”. ¿Qué os dice el
titulo? Pues sí, algún pétalo había, en concreto uno. Pero creo que el nombre
debería de ser otro.
No sabría como explicarlo ya que es algo que difícilmente se puede explicar. ¿Recordáis cuando erais pequeños y traían los regalos de navidad? ¿Alguno recuerda el olor que hacían las muñecas al abrir las cajas? Sí, me refiero a las “barriguitas”, las “Nancys” y todas esas formas plásticas que iban embasadas en unas cajas que al abrirlas desprendían un olor en particular que hacía que las olierais una y otra vez… pues este postre tenía ese mismo olor y sabor. No me gustan las cosas con aroma a rosas, pero al recordarme a la infancia hicieron que este postre fuera algo más. Lo olía una y otra vez y al saborearlo cerraba los ojos. De verdad, quien sepa de que hablo, me entenderá. Un postre curioso y digno de una velada como esta.
"Pétalos" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
No sabría como explicarlo ya que es algo que difícilmente se puede explicar. ¿Recordáis cuando erais pequeños y traían los regalos de navidad? ¿Alguno recuerda el olor que hacían las muñecas al abrir las cajas? Sí, me refiero a las “barriguitas”, las “Nancys” y todas esas formas plásticas que iban embasadas en unas cajas que al abrirlas desprendían un olor en particular que hacía que las olierais una y otra vez… pues este postre tenía ese mismo olor y sabor. No me gustan las cosas con aroma a rosas, pero al recordarme a la infancia hicieron que este postre fuera algo más. Lo olía una y otra vez y al saborearlo cerraba los ojos. De verdad, quien sepa de que hablo, me entenderá. Un postre curioso y digno de una velada como esta.
"Pétalos" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Terminamos los postres con “Rocas
de Chocolate”. Distintas formas y texturas de chocolate amenizadas con un
helado de pimienta con el que disfrutarás todos los elementos del cacao. Muy visual,
elegante pero para mi gusto no el mejor. ¡Soy chocolatero por excelencia y no
le voy a hacer feos al chocolate nunca!
"Rocas de Chocolate" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Ya terminados y disfrutando del
vino que elegimos para amenizar dicho festín, un “Ferrer Bobet, Vinyes
Velles” Priorat del 2012 impresionante,
nos presentaron “La Pizarra”. Un último juego de diversión y sabor.
Presentado en una pizarra, galletas de jengibre y tizas hechas de frutas exóticas, nos daban las gracias por haber decidido encontrar entre los edificios escondidos de la Plaza España el “Club Allard”.
"Petit Fours" o como yo la llamo, "La Pizarra" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Presentado en una pizarra, galletas de jengibre y tizas hechas de frutas exóticas, nos daban las gracias por haber decidido encontrar entre los edificios escondidos de la Plaza España el “Club Allard”.
Para acompañar los postres nos
ofrecieron un vino dulce, “Muscadelle” del 2013. Un vino blanco dulce, denso y
poderoso. Amante del “Moscatell” como soy, esperaba algo parecido, pues no. Buenísimo
y recomendable tener una botella cerca.
Nuestro aceite, nuestro vino de
comida y nuestro acompañante de los postres @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
La velada fue más que excelente.
Un servicio estupendo por un equipo que nos mimó en todos momentos. Supieron
como afrontar nuestra simpleza con simpatía y bromas que nos acogieron dentro
de un círculo difícil de entrar.
Una vez terminamos, nuestro
camarero nos acerco a “La Pecera”. Una habitación privada con vistas a la
cocina donde apreciar al 100% como funciona un equipo de estrella.
Vistas desde "La Pecera" @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Una vez en “La Pecera” y
escuchando batallitas y experiencias de nuestro camarero, apareció la culpable
de nuestra gran alegría gastronómica, María Marte. Normalmente cuando termina
el servicio, el cocinero en cuestión sale a la sala para escuchar las experiencias
de los comensales y hacerse alguna foto con ellos. Aunque sé que seguramente no
es algo especial o único, para mí sí que lo fue. María Marte salió de la cocina
para adentrarse a “La Pecera” y tener una pequeña conversación con nosotros. Su
sonrisa y energía deslumbran. Muchos han dicho que es la cenicienta de las
estrellas Michelin y la verdad que no se equivocan.
María Marte @ El Club Allard, C/ de Ferraz nº2, Madrid.
Una experiencia para repetir o
aconsejar que realicen. Dejémonos de que los precios son exagerados o que
estamos locos. Solo pensar que os habéis comido una obra de arte hecha solo
para vosotros y nadie más podrá saborear… no tiene precio.
( Menú para dos con copa de cava
de la hostia, vino estupendo y un vino de postre para tumbar, 325€ )
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